jueves, 9 de octubre de 2008

El Guardia de Seguridad

El otro día iba en el bus hacia casa. Eran las diez y pico de la noche, y en el bus no se oía nada, ninguna voz, ni la radio, ni música, nada. Éramos unas siete personas, casi todas posiblemente volvíamos del trabajo hacia casa. Eran caras serias y cansadas. Nadie charlaba ni reía.

Y entre esta gente estaba él, el vigilante de seguridad. Yo iba sentado en la tercera fila, justo donde el autobús se eleva debido al hueco de la rueda trasera. Me gusta ese sitio, desde ahí veo casi todo. Y lo veía a él. Era un hombre de unos treinta y pocos años, vestía zapatos lisos con cordones, un pantalón gris con la raya bien marcada, y una camisa color crema. En los hombros y en los laterales de los brazos llevaba sendos distintivos que no alcanzaba a ver con claridad. Era algo así como un pájaro o un águila. Por ello deduje que era un guardia de seguridad. Hasta aquí todo normal. Pero lo que me llamó la atención fue su cara. Era un hombre que estaba un poco gordito, además de ser alguien grande, de una complexión grande. Por eso también tenía una cara redondita, con un cierto a parecido a ese actor español.

Estaba triste. Triste o cansado, muy cansado. No sabría decirlo con claridad. Lo cierto es que me dio pena. No por nada, sino simplemente al ser gordito y tener esa cara de buena persona me hizo sentir pena por el.

Quizá fuera gordito desde siempre y en el colegio lo putearan de mala manera un grupo de hijos de puta. Quizá no tuvo una adolescencia muy buena debido a que las chicas pasaban de el y a que sus pocos amigos lo abandonaron debido a que a ellos si les hacían caso las chicas. Quizá no hubiera acabado de estudiar y se puso a trabajar en algo que no le gustaba, seguramente vivía con sus padres, (este dato es debido a la perfecta raya del pantalón y la limpieza de sus zapatos). Puede ser que con su edad no hubiera conocido nunca a una chica de verdad y posiblemente fuera virgen.

No se, este hombre desato en mi unos pensamientos diversos. Yo estoy feliz ahora en este momento de mi vida, pero me puse a pensar que puede ser que haya gente que en muchos casos no haya sido feliz, que tenga un sueño en mente y ya de antemano saben que no lo podrán cumplir nunca. Siempre debemos agradecer lo que tenemos.

Que puta es la vida señores. Y que triste.

Pero también le vi el lado positivo. Tenía un trabajo, bueno o no, pero lo tenía. Que le paguen bien o mal no lo sabremos nunca, pero por lo menos no era un don nadie, cosa que posiblemente alguno de los niños que lo maltrataron en el colegio si lo fueran.

O bueno, quizá me hice una paja mental y realmente fuera un hombre feliz que estuviera cansado de trabajar en algo que le gustaba y estaba ansioso de llegar a casa para besar a su mujer.

Sea como fuere, no lo sabremos....

5 comentarios:

ellohir dijo...

Mola.

Jefe Dreyfus dijo...

yo creo que era un multimillonario al que se le había jodido el mercedes y tenía que ir a la fiesta de disfraces a la que estaba invitado en autobus..

Anónimo dijo...

Me ha encantado una vez más. Consigues enternecernos.

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Consigues enternecernos

_MeiA_ dijo...

A mi tambien me gusta analizar a la gente, saco mis propias conclusiones... que por cierto, muchas veces las acierto.
Trabajo con personas y siempre he tenido el don de ir más allá, con simples gestos, miradas, movimientos, manera de hablar, vestir, actuar... se puede saber mucho de una persona.

saludos