domingo, 26 de octubre de 2008

La ¿Nueva? Oreja de Van Gogh

Tras una incesante, angustiosa y pesadillesca campaña de publicidad para dar a conocer su nuevo disco, yo también soy de esos que han caído en la "tentación" y se ha hecho con una copia para escucharlo.

La primera canción es el single. Mal. Me aburre y me cansa el tonillo de la nueva cantante. Pasemos a la dos. Tras esta segunda canción el disco comienza a tomar cierto ritmo. Un ritmo que en un par de canciones me gusta, me agrada, pero es un sonido demasiado parecido a lo que han hecho en otros discos.

Cuando me enteré de que Amaia Montero abandonaba el grupo por desavenencias, no me extrañó. Ya habían comentado en alguna ocasión que las cosas no iban bien. Pero no esperaba que un grupo tan solido y con tanto éxito se separara en mitad del camino. Pero es que eso no ha sido lo peor, lo peor ha sido que le han buscado sustituta, y mis queridos oyentes, no hay nadie que pueda sustituir a Amaia. No es que me guste especialmente, simplemente creo que esa voz tan característica es perfecta para ese sonido tan característico de "La Oreja de Van Gogh". Amaia no es nadie sin el grupo al igual que ellos no son nadie sin Amaia.

Pero mas grande fue la sorpresa cuando escuche el disco entero unas cuantas veces y me di cuenta de que el cambio que han proclamado a los cuatro vientos no es tal. Han sabido buscar una voz muy parecida a la de Amaia que empaste perfectamente con su personal sonido. ¿En qué quedamos entonces? ¿Evolucionamos con la nueva cantante o seguimos igual?

Me sorprendo enormemente con algunas canciones del disco en que no sabría diferenciar una voz de la otra. Por ello, no se para que tanto cambio y tanta declaración de la nueva cantante Leire, diciendo que su fin no es imitar a Amaia.

Estoy seguro que una persona que viene de viaje de haber estado un año en la Polinesia, le pones el disco y no nota la diferencia. Me gustaría verla cantar en un concierto en directo las canciones de los anteriores discos, para ver como suenan con su voz.

El grupo es mas de lo mismo, me gusta, pero ya no me emociona como antes, no he sentido lo que antes sentía cuando escuchaba sus discos por primera vez, y eso que eran uno de mis grupos favoritos. No obstante, le daré unas oportunidades mas...

Por otra parte, hacer mención también del gran batacazo que se va a pegar Amaia Montero con su carrera en solitario. Tengo su disco pendiente. Pero se me hará muy raro no escuchar esa peculiar voz sin ese sonido tan característico.

domingo, 19 de octubre de 2008

Nena Daconte "Retales de Carnaval"

Me hice con el la semana pasada y es lo único que he escuchado esta semana. Al principio no me acabó de convencer, lo veía soso y no me aportaba ninguna sensación. Hasta que me despertó. Cuando lo tenía escuchado entero un par de veces, fue cuando me di cuenta de que me tenía totalmente atrapado. Exceptuando alguna canción, todas tienen ese aire dulce y fresco que transmite el dúo. A parte del tan machacado single, tiene canciones que no me puedo sacar de la cabeza. Es disco entero es absolutamente delicioso. Me encanta. Es apropiado para cualquier momento.

No se que tiene la señorita Mai Meneses en esa voz que me tiene eclipsado. Esa dulzura, su voz tan suave, hace que cada una de las canciones suenen de una manera envolvente y perfecta.

No voy a entrar en lo de su época en OT, porque todos sabemos ya que fue un patinazo del programa. De lo único que me alegro es de que no se rindiera y formara el dúo, porque es uno de los mejores grupos españoles. Y si, pagaría por verla cantar en directo. Debe ser una experiencia sublime.

También he de reconocer que al principio tenia miedo de que hubieran cambiado su estilo y de que el disco fuera tan diferente que hubieran perdido esa esencia y ese sonido que los caracteriza. Pero no. Hay gente que dice que el problema es que es demasiado parecido al primero y no avanzan. Pues a mi me gusta. Si, es mas de lo mismo, pero me encantan.

A ver si tengo un hueco y los veo en directo....

jueves, 9 de octubre de 2008

El Guardia de Seguridad

El otro día iba en el bus hacia casa. Eran las diez y pico de la noche, y en el bus no se oía nada, ninguna voz, ni la radio, ni música, nada. Éramos unas siete personas, casi todas posiblemente volvíamos del trabajo hacia casa. Eran caras serias y cansadas. Nadie charlaba ni reía.

Y entre esta gente estaba él, el vigilante de seguridad. Yo iba sentado en la tercera fila, justo donde el autobús se eleva debido al hueco de la rueda trasera. Me gusta ese sitio, desde ahí veo casi todo. Y lo veía a él. Era un hombre de unos treinta y pocos años, vestía zapatos lisos con cordones, un pantalón gris con la raya bien marcada, y una camisa color crema. En los hombros y en los laterales de los brazos llevaba sendos distintivos que no alcanzaba a ver con claridad. Era algo así como un pájaro o un águila. Por ello deduje que era un guardia de seguridad. Hasta aquí todo normal. Pero lo que me llamó la atención fue su cara. Era un hombre que estaba un poco gordito, además de ser alguien grande, de una complexión grande. Por eso también tenía una cara redondita, con un cierto a parecido a ese actor español.

Estaba triste. Triste o cansado, muy cansado. No sabría decirlo con claridad. Lo cierto es que me dio pena. No por nada, sino simplemente al ser gordito y tener esa cara de buena persona me hizo sentir pena por el.

Quizá fuera gordito desde siempre y en el colegio lo putearan de mala manera un grupo de hijos de puta. Quizá no tuvo una adolescencia muy buena debido a que las chicas pasaban de el y a que sus pocos amigos lo abandonaron debido a que a ellos si les hacían caso las chicas. Quizá no hubiera acabado de estudiar y se puso a trabajar en algo que no le gustaba, seguramente vivía con sus padres, (este dato es debido a la perfecta raya del pantalón y la limpieza de sus zapatos). Puede ser que con su edad no hubiera conocido nunca a una chica de verdad y posiblemente fuera virgen.

No se, este hombre desato en mi unos pensamientos diversos. Yo estoy feliz ahora en este momento de mi vida, pero me puse a pensar que puede ser que haya gente que en muchos casos no haya sido feliz, que tenga un sueño en mente y ya de antemano saben que no lo podrán cumplir nunca. Siempre debemos agradecer lo que tenemos.

Que puta es la vida señores. Y que triste.

Pero también le vi el lado positivo. Tenía un trabajo, bueno o no, pero lo tenía. Que le paguen bien o mal no lo sabremos nunca, pero por lo menos no era un don nadie, cosa que posiblemente alguno de los niños que lo maltrataron en el colegio si lo fueran.

O bueno, quizá me hice una paja mental y realmente fuera un hombre feliz que estuviera cansado de trabajar en algo que le gustaba y estaba ansioso de llegar a casa para besar a su mujer.

Sea como fuere, no lo sabremos....

domingo, 5 de octubre de 2008

Las Malas Madres

Tras llevar trabajando una cierta temporada en el departamento de Juguetes de un centro comercial, me he dado cuenta de que en esta puta vida existen las malas madres. La primera vez que las descubrí, sentí un asco y un pesar que estuve a punto de decirle cuatro cosas a la madre en cuestión.

Imaginaros la situación. Un niño con su madre llegan a la planta de juguetes. El niño se vuelve literalmente loco y comienza a exclamar y a proclamar a los cuatro vientos que por fin había llegado el muñeco que con tanta ansia esperaba. Se abalanza sobre la estantería y se queda allí parado disfrutando del muñeco. Esto en un sitio como una juguetería es algo normal, es normal que los niños flipen en colores y les den espasmos cuando ven los artículos que desean. Pero lo que no es normal es que la madre empiece a decirle que se van, que se tienen que ir de allí, que hay que ir a otra planta porque hay que comprar otras cosas. Y claro está, el niño, nanai, que no se mueve, con lo que la madre opta por la siguiente decisión: dejar al niño en la juguetería mientras ella se va a otra planta a mirarse ropa. Literal. Así sucedió. El niño no mostró inconveniente, con lo que la madre le dijo al niño que no se moviera de allí que se iba a otra planta a mirarse ropa y subía enseguida. Y punto.

Imaginaos lo trastornado que me quede al ver esta situación. Que una madre le dijera a un niño de unos seis años que se quedara quieto allí que ella se iba a otro sitio a comprarse ropa. Que asco de verdad.

Con todo lo que está pasando últimamente, que si pederastas, que si violadores, que si malnacidos, Mariluz, Madeleine....

No dejaba a mi hijo solo en absolutamente ningún sitio. Esa mala madre no merece el perdón. No lo merece, y que tristeza sentí por el niño, porque el no tiene la culpa de que su madre sea una hija de la gran puta.

Lo mas fuerte es que cuando lo comente con el resto de mis compañeros me dijeron que era algo habitual, que solía pasar, que las madres abandonaban a los niños en la juguetería mientras ellas se iban a comprar mas cosas.

¿A donde estamos llegando? ¿Como pueden suceder estas cosas? De verdad no lo entiendo. Solo se que me da pena a la vez que asco....