sábado, 1 de diciembre de 2007

Los Chinos

Casi todo el mundo que me conoce bien, sabe que lo que tengo por los restaurantes chinos es algo que roza la enfermedad. No recuerdo la primera vez que entré en un chino, pero debió ser cuando era pequeño, porque a mis padres les gustaba bastante y solíamos ir de vez en cuando.

Pero no fue hasta hace unos cuantos años cuando lo cosa se empezó a poner seria. De repente algo se despertó en mi interior y empecé a consumir este tipo de deliciosa comida de manera compulsiva. Dos, tres y hasta cuatro veces en la misma semana. Cuando estaba en mi ciudad, llegó un momento en el cual cogí cierta confianza con la jefa del restaurante chino que estaba enfrente de mi casa y al que solía ir muchísimo y nos preguntábamos cosas de nuestras vidas. Luego cuando llegué a Valencia, la cosa se repitió con el propietario del restaurante chino al que suelo acudir varias veces a la semana.

La verdad es que lo de ir al mismo chino aquí en Valencia, al principio, fue casi una imposición. La Concha (colegio mayor universitario) no tenía servicio de cocina los domingos, y nos daban unos vales con los que poder comer en diferentes sitios, pero yo siempre iba al chino.

Tras todos estos años de toneladas y toneladas de esta comida en mi cuerpo, he llegado a una conclusión: cuando vas las primeras veces a un restaurante, ellos te estudian y ven como eres, y si encajas en su perfil de consumidor compulsivo, te echan cierta sustancia en la comida para que te cree adicción. Así ellos se aseguran clientes potenciales. Y eso es lo que me ha pasado a mi. Me han echado algo que hace que mi cuerpo necesite consumir comida china en menos de 5 días. Cierta vez, alguien me comentó que existen tratamientos para desengancharte, pero son muy caros y no me los puedo permitir.

Solo deciros que pese a todas esas gilipolleces que la gente suelta de que si la comida es de baja calidad, que si gatos y demás chorradas, es una comida muy muy deliciosa y que apetece en cualquier momento. De hecho, creo que lo que realmente hay es ignorancia hacia este tipo de comida. La gente no sabe que pedir y piensa que todo es lo mismo, cuando lo que pasa es que existen infinidad de platos, y en algunos restaurantes cocinan platos que en otros no.

Vaya desde aquí mi homenaje a esa gente que regenta los restaurantes chinos. En serio, para mi merecen todo mi respeto y admiración. Es gente que deja su país y vienen aquí a trabajar sin descanso, para enviar su dinero a sus familias que se encuentran allí. Gente que no tiene horarios ni festivos que valga, gente que cada vez que alguien entra en su local, lo reciben con una sonrisa, como si ese fuese el único cliente del mudo. Despiertan en mi sentimientos próximos a la admiración mas absoluta y a la pena por estar en un país que no es el suyo. Pero bueno, también he de reconocer que son una gente muy cerrada en ellos mismos.

Yo en todos estos años, jamás he tenido un problema en ningún restaurante chino. Jamás. Y eso para mi señores, es digno de admirar.

2 comentarios:

El Pelotudo dijo...

Olé tus cojones!!!

Yo pienso iwal que tu. Desde que llegué a La concha, que el chino a entrado en mi vida y creo que no va a poder salir nunca!!!

Viva el Palacio de Oriente!!!!

ellohir dijo...

El chino de la concha es el mejor chino que he probado en mi vida, y uno de los mejores sitios para ir a comer que conozco.